A principios de la década de 1970, los críticos calificaron a Gil Scott-Heron como la voz negra más importante desde Martin Luther King Jr. "Su poesía es con mucho músculo, con humor de estilete, con habla callejera, mucha de ella justificadamente enfadada y certera". Su legado incluye un fantástico concierto que Gil Scott-Heron ofreció con su banda en el Teatro Schauburg de Bremen (Alemania) en 1981.